La Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas (Fibicc) quiere que la fábrica de harinas, conocida como la harinera y convertida en museo y centro cultural, sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC). De conseguirlo, sería el único monumento de Pedro Muñoz, localidad en la que se ubica, que contaría con esta distinción. De momento, recuerda el presidente de la Fundación Iberoamericana, Santiago Arroyo, desde enero ya forma parte de la Red de Teatros de Castilla-La Mancha convirtiéndose, junto con la Torre del Vino de Socuéllamos, en los dos únicos edificios que se han sumado a la red.
El centro cultural acogió el pasado 3 de agosto su primera concierto para días más tarde, el 28, realizar una visita guiada a los vecinos. Desde su apertura, han sido unas 2.000 personas las que han pasado por este lugar para participar en alguna de las actividades programadas, que van desde exposiciones y conciertos, hasta actividades y talleres de formación. Ahora el reto, señala Arroyo, es aumentar ese número de visitantes, por lo que si a los actos organizados se suma en un futuro la distinción de Bien de Interés Cultural «Pedro Muñoz puede ser un punto de referencia en ese eje turístico que conforman Alcázar de San Juan, Campo de Criptana y Socuéllamos». Para ello, la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas (Fibicc) ha puesto todo su empeño en conseguir esta declaración, que en la actualidad se encuentra a la espera de recibir el visto bueno por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de Patrimonio, tras haber presentado toda la documentación requerida el pasado mes de febrero.
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Pero conseguir que la harinera sea BIC no sólo conllevaría la llegada de más turistas sino también «supondría contar con la máxima protección que puede tener un bien», por lo que «no es de extrañar que la propuesta de pedir su declaración fuera aprobada en pleno por todos los partidos políticos, tanto Partido Popular como PSOE», explica el presidente de la fundación.
Asimismo, asegura que la declaración de la Harinera como Bien de Interés Cultural supondrá un gran desarrollo turístico» por diversos motivos como, por ejemplo, recuerda, al contar con un complejo lagunar de gran belleza paisajística, por lo que «la localidad entraría en las redes turísticas comarcales como un bien patrimonial único en la zona aprovechando que las visitas a los molinos de Campo de Criptana acabaran en Pedro Muñoz», señala Santiago Arroyo.
De momento, continúa explicando el presidente de la fundación, tras dos meses de haber presentado toda la documentación, aún no se ha tenido noticias de ningún tipo por parte del Gobierno regional, aunque a pesar de que se trata de un proceso lento, Arroyo confía en que pronto la harinera pueda lucir su categoría de BIC. Así, en cuanto a los proyectos de futuro, Arroyo apunta a llevar a cabo la segunda fase del proyecto, que consistirá en la creación de un estudio de exposiciones. Se prevé que las obras comiencen el próximo mes de septiembre.