Artículo de Isabel Domingo para Las Provincias
El Ayuntamiento de Valencia asumirá el coste del tapiado de la antigua estación de Nazaret, abandonada desde hace años, al no localizar a su propietario y ante el riesgo de que accedan personas, como ya ha sucedido en anteriores ocasiones.
Así consta en una resolución del servicio de Disciplina Urbanística de la Concejalía de Urbanismo publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) esta semana, en el que se insta a «adoptarse con carácter de urgencia las medidas precautorias necesarias para garantizar la seguridad del edificio».
Serán 4.533,89 euros los que tendrá que asumir el Consistorio para esta actuación, a través de la contrata municipal Vareser, de los que casi 4.000 corresponden a los trabajos y el resto a la redacción del proyecto y la dirección de obras. Posteriormente, y como ya ha sucedido con otros edificios, se repercutirá en los propietarios. Es lo que sucedió, por ejemplo, con la antigua cervecera Turia, cuyo derribo (unos 400.000 euros) también asumió el Ayuntamiento.
En el caso de la estación de Nazaret, ubicada en la calle Mayor de este barrio, se repondrá el cierre lateral de la parcela colindante con el callejón «hasta alcanzar la misma altura que el cerramiento existente». Además, se elevará el cierre del callejón por la parte de la calle Quatretonda con bloques de hormigón, al igual que el de la calle Mayor.
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La resolución del BOP también recoge la eliminación «de la chapa plegada que hace funciones de puerta de callejón» y su sustitución por bloques de hormigón de 20 centímetros de espesor.
Incluida en el PAI del Grao
Este edificio formaba parte de la línea ferroviaria que llegaba hasta Villanueva de Castellón. Se construyó en 1912 para acercar mercancías al puerto y se mantuvo en uso hasta la riada de 1957, cuando pasó a utilizarse como instalación eléctrica. La Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia la vendió antes de la década de los 60, por lo que está en manos privadas desde entonces.
Es Bien de Relevancia Local por sus valores patrimoniales y cuenta con nivel 2 de protección, lo que obliga a mantener la fachada y la estructura interior cuando se rehabilite para nuevos usos, ya que está incluida en el PAI del Grao, cuyo concurso se resolverá en las próximas semanas.
El Consell Valencià de Cultura reclamó el año pasado al Ayuntamiento y la Conselleria de Cultura que adoptaran las medidas necesarias para evitar su deterioro.