24/07/2015. La vieja fábrica de Abarca se reabre como recurso económico de Tierra de Campos.
Artículo de Fernando Caballero para El Norte de Castilla.
La fábrica de Abarca de Campos se reabrió ayer con una reinterpretación de la vieja maquinaria industrial de esta harinera construida a mediados del siglo XIX. Las máquinas se pueden contemplar en un buen estado de conservación. Es el principal reclamo de un edificio que hoy comenzará su actividad como restaurante, como un ‘espacio gastronómico y más’, como insiste sus promotor, el abogado palentino Fernando González. Un recurso económico para Tierra de Campos.
La fábrica de Canal se inauguró con la presencia de decenas de invitados que no quisieron perderse el recorrido sensual que ofreció el promotor, aprovechando los viejos espacios fabriles y sus nuevos usos. El espacio gastronómico dará continuidad a la utilización de este emblemático edificio junto a la primera esclusa del ramal de Campos del Canal de Castilla, después de que entre 1994 y 2002 funcionó como centro de arte contemporáneo de la mano del galerista Evelio Gayubo.
Fernando González, natural de Villota del Duque y que posee un despacho en Madrid, se mostró ayer entusiasmado con su proyecto, el mismo entusiasmo que quiso transmitir a los invitados, entre los que se encontraban la consejera de Agricultura, Milagros Marcos; el vicepresidente de la Diputación, Luis Calderón, y la secretaria territorial de la Junta en Palencia, Silvia Aneas.
La intervención en la fábrica, a cargo de los arquitectos Adan Bresnick, Miguel Peña y José Antonio Salvador, no ha sido intensa para resaltar la arqueología industrial y los espacios entre las máquinas.
El viaje al pasado fabril se inicia con un viejo carro a la puerta del edificio de donde llegaba el trigo que se introducía en una piqueta para elaborar la harina. Estos dos elementos representan, según el promotor del proyecto, «el trabajo, la dedicación y el esfuerzo de las gentes de Castilla». La recuperación de la fábrica quiere convertirse en un homenaje al mundo rural. Junto a la piqueta, una mesa iluminada por 24 luces y sobre la que aparecen todos los productos básicos de la tierra representa la convivencia. Fernando González definió este espacio que ha creado como un «vintage con un guiño de modernidad». «La fábrica es ahora un altavoz de Castilla en el mundo y una reinterpretación de lo antiguo, del porrón y de la trilla», agregó.
Las viejas máquinas son las protagonistas del espacio. «Van a suceder muchas cosas entre las máquinas», advirtió el impulsor del proyecto.
El recorrido sensorial por el viejo edificio continúa en el sótano, donde se ha instalado una hamaca para la siesta, en un «lugar lúgubre, sombrío y de paz», así como en la primera planta, donde se conservan los tubos entrelazados por donde originalmente discurría la harina en sus diferentes procesos, tubos que Fernando González interpreta como «un bosque perdido para escuchar una conferencia o para contar un cuento a los niños, para contar las crónicas del pueblo». En la pared fotografías antiguas de Tierra de Campos de los fondos del Archivo Histórico Provincial.
El espacio gastronómica y más que quiere ser la fábrica se concreta también es una zona de tiendas, donde ayer se podía comprar moda, zapatos, bisutería y tocados, y en exposiciones de Felipe Rodríguez ‘Pipe’ en el interior y de Carlos Mediavilla y Lorenzo Duque en el exterior –todos ellos del grupo Muriel, que colabora con el proyecto–. Las exposiciones permanecerán en La Fábrica del Canal hasta finales del mes de septiembre.
El restaurante cuenta con la presencia del chef argentico Gustavo Greco, que ofrecerá un «festival de sabores acorde con las sensaciones de la antigua harinera».
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