Artículo de S. Arroyo para El Correo
La petición institucional era inminente después de que el actual equipo de Gobierno comprometiese en campaña electoral la creación de un Museo del Ferrocarril que había sido relegado en la legislatura anterior por diferencias personales entre Fernando Campo y Julio García, responsable del Museo III Generaciones y uno de los impulsores del proyecto. Reconducida la relación personal, Aitana Hernando, estampa su firma en la solicitud formal que el pasado martes salió del Ayuntamiento con destino a la Subdirección de Estaciones Norte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Pide la conservación del edificio conocido como Lamparería para su reconversión en sede del futuro centro expositivo.
«La Lamparería es en Miranda un edificio de valor monumental, histórico, cultural y simbólico, enraizado en la propia historia del ferrocarril en esta ciudad», defiende la alcaldesa en la misiva que expresamente requiere al Adif que renuncie al derribo de este inmueble porque «estamos pendientes de poner en marcha el Museo del Ferrocarril, una iniciativa que es ineludible para una ciudad de gran carácter ferroviario como es Miranda y podría ser ésta una excelente ubicación del mismo».
Imagen de la noticia |
La demanda llega, todo hay que decirlo, como una especie de refuerzo a lo ya conseguido por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles que, según anunció el pasado mayo, ganó tiempo en una decisión que, hoy por hoy, estaría condicionada a «una valoración técnica que indique si es viable restaurarlo». El paso dado por el Consistorio tiene, eso sí, el valor de comprometer a una institución pública con la hipotética recuperación. Un hecho que el propio Julio García consideraba «imprescindible».
Cesión y reforma
Y es que si finalmente se renuncia al derribo por parte de la sociedad dependiente del Ministerio de Fomento, se procedería a negociar un acuerdo de cesión del local entre Adif, su propietario, y alguna administración, ya sea local, provincial o regional, a cambio de un alquiler social. «Un ente público tiene que interesarse en que ese edificio no se tire, porque el convenio no se puede suscribir con una persona física», planteó en su momento el responsable del Museo III Generaciones.
El Ayuntamiento asumiría, en definitiva, la responsabilidad de rehabilitar un inmueble de una sola planta que cuenta con una superficie que se mueve entre los 800 y los 900 metros cuadrados. Y para ello buscaría el respaldo económico de otras administraciones. El coste estaría pendiente de valoración. El Ayuntamiento insiste en que Lamparería es un «uno de los pocos edificios industriales del ferrocarril que quedan en Miranda de los muchos que hubo». Levantado prácticamente en la misma época que el resto de las instalaciones más veteranas de la estación, «forma con ella un conjunto que se puede catalogar sin duda alguna de monumental».
Fuente de noticia El Correo