El Gobierno regional destinará 80.000 euros para las obras de protección y conservación de estas construcciones, que poseen un valor cultural excepcional.
La Consejería de Cultura y Portavocía destinará alrededor de 80.000 euros para la realización de diferentes trabajos de protección y conservación que inician la recuperación de los molinos salineros de San Pedro del Pinatar, declarados Bien de Interés Cultural (BIC), "y que están recuperando su esplendor pasado", destacó hoy la consejera, Noelia Arroyo. Las obras de ejecución subsidiaria ya han comenzado en el molino de Quintín y, en los próximos días, se añadirá el de La Calcetera.
La consejera visitó este miércoles los molinos de San Pedro junto a la alcaldesa de la localidad, Visitación Martínez, y recordó que "la Región es poseedora de un rico patrimonio por cuya protección y conservación velamos continuamente desde el Gobierno regional. Se trata de bienes que conforman nuestra historia y nuestra identidad, como es el caso de estos molinos de excepcional valor cultural, y por ello deben ser heredados por las futuras generaciones en las mejores condiciones".
El Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura y Portavocía realizó diversos informes relativos a esta tipología de molinos, señalando la necesidad en la recuperación tanto de la fábrica como de la maquinaria (única en la zona). Por ello, los técnicos propusieron una serie de medidas urgentes de obligado cumplimiento para su conservación hasta que se realice la rehabilitación integral.
Estos trabajos técnicos, realizados a través de una ejecución subsidiaria, ya han comenzado y consistirán en concreto en la limpieza y desescombro del interior y del exterior de los molinos, la reparación de las cubiertas para evitar la entrada de agua y la reparación de la carpintería exterior de madera para cerrar los huecos e impedir el acceso.
También se realizará el arreglo de las zonas con desconchados, humedades y con falta de material, la protección de la estructura interior de madera de forjados y escaleras y, por último, la protección de la maquinaria interior y la reparación de la exterior, en especial de los palos y las norias que presentan peligro de caída.
Imagen de la noticia |
Noelia Arroyo añadió que "el proceso de recuperación de los molinos se inició desde el Servicio de Patrimonio Histórico de Cultura con la adopción de estas medidas para frenar su deterioro e iniciar así la recuperación de unas construcciones emblemáticas que forman parte del paisaje de San Pedro y del Mar Menor, y que deben seguir siendo un reclamo tanto para los ciudadanos de la Región como para los turistas".
Para cada molino salinero, Cultura ha destinado en la redacción y en la ejecución del proyecto de estas obras de protección y conservación un importe de 40.000 euros.
Características
Los molinos de viento de Quintín y La Calcetera se encuentran en el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar (dentro del dominio marítimo-terrestre) y su particularidad está más en su uso que en las diferencias arquitectónicas que pueda haber con los molinos harineros o de agua.
Según los expertos, las primeras explotaciones de sal de la zona se remontan a la época fenicia, aunque es a partir del siglo XIV cuando la laguna es abandonada como lugar de pesca para su transformación en salinas.
Estos dos molinos fueron construidos en el primer tercio del siglo XX para, gracias a la fuerza del viento, trasvasar agua desde el Mar Menor hacia las balsas de almacenamiento en las que se evaporaba dejando libre la sal, y estuvieron en uso hasta principios de los años setenta del pasado siglo, fecha en la que se instalaron bombas eléctricas.
Se trata de construcciones troncocónicas de unos diez metros de altura cuya parte superior está coronada con una cúpula cónica realizada en madera. Las aspas podían llegar a medir entre 10 y 14 metros y a ellas se amarraban unas velas triangulares, a diferencia de las de los molinos manchegos, que mantienen una forma rectangular.
Fuente de la noticia http://www.murcia.com/