La última noticia aparecida, que me llena de tristeza, es la que os transcribo a continuación. Se está realizando un trabajo titánico para poder mantener en pie y recuperar esta antigua fundición que tiene, claramente, grandes valores, pero cada vez es más difícil.
ZeC ofreció a Brial suelo en Arcosur para salvar Averly
Noticia en El Periódico de Aragón
Salvar Averly es un objetivo cada vez más complicado de lograr. Pese a los esfuerzos denodados del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) por paralizar los expedientes para la obtención de la licencia de demolición de los edificios no catalogados por Patrimonio y la aprobación definitiva del plan especial para levantar 200 pisos en esta parcela y mantener a salvo el 32% de su superficie. La suspensión cautelar tendrá que ser finalmente levantada por el ayuntamiento en la comisión de Urbanismo que se celebra mañana, y no están teniendo éxito alguno las contraofertas del consistorio a los dueños de los terrenos, la constructora Brial, para que se olvide de la fundición del paseo María Agustín. La última, trasladada en diciembre, una permuta por la que se le entregaba suelo en Arcosur para edificar viviendas en suelo municipal.
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La respuesta de la empresa fue negativa. Más interés despertó una alternativa que también surgió en el transcurso de las negociaciones: suelo en el entorno del Portillo. El hándicap de esta tentativa era la imposibilidad de disponer de estos terrenos, al otro lado de la calle Escrivá de Balaguer, ya que están a nombre de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad. Su labor sería, en este caso, cambiar la calificación del mismo, ya que está destinado a equipamientos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Eso sin contar con la opinión del Ministerio de Fomento y la DGA, los otros socios en ZAV, que en una situación financiera crítica, algo tendrían que decir.
Pero si los frutos de esta negociación son escasos de momento, en nada le han ayudado a ZeC los informes de los servicios jurídicos municipales que, en su análisis de la situación en la que se encuentran los expedientes de Averly, afirman dos cosas relevantes: una, que "no hay razones que impidan la continuación del trámite administrativo de la licencia de demolición, que es reglado"; y dos, que hay un bien mueble catalogado dentro de una nave que se derribaría, cuyo traslado no se ha realizado y que, según Arquitectura, "no puede trasladarse con riesgo de la pérdida de los valores que motivaron su protección". Una máquina de vapor Ruston de 1909 mantiene la incógnita.
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