Artículo publicado en la Revista "Arte, Arqueología e Historia" nº 21
Año: 2014
Autores artículo: Alberto Moreno Vega; M. Yolanda López Gálvez; Diana Sánchez Mustieles
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RESUMEN
La desactivación de la vía férrea Linares-Puente Genil, durante la segunda quincuagena del siglo XX, trajo como consecuencia el abandono de diversos ejemplares pertenecientes al patrimonio industrial y de la obra pública: estaciones, viaductos, casetas, etc. En consecuencia, si bien la explotación ferroviaria es ya inexistente, no lo son sus bienes heredados, los cuales turísticos para el desarrollo local de los pueblos donde se ubican.
Para dar salida hacia los puertos de Málaga y Algeciras, tanto a la metalurgia pesada de Linares y Belmez como a los productos agroalimentarios, principalmente aceite de oliva del oeste jiennense y el sur cordobés, desde cuyos destinos podían exportarse a cualquier parte del mundo, la Compañía de Ferrocarriles Andaluces construyó la vía Linares-Puente Genil, con 176 kilómetros de longitud. Aunque fue concebida para el transporte de viajeros y mercancías, principalmente se usó para embarcar aceite de oliva en vagones cisterna, motivo por el cual su material móvil recibió el sobrenombre de «Tren del Aceite». Sus obras, que se llevaron a cabo en varias fases, ocasionando una puesta en servicio escalonada que se prolongó durante más de una década: Espeluy-Jaén (1881), Cabra Puente Genil (1891), Jaén-Cabra (1893) y Linares-Espeluy (1893).
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