Varios amigos, lectores de la revista Molinum, nos han remitido la embustera carta escrita el pasado sábado por Félix Pinto para tratar de justificar nuestra expulsión, utilizando mentiras y falsas acusaciones que no vamos a consentir.
Por nuestra parte, en su día cada uno ya hemos relatado lo que él llama "nuestra versión", la cual podemos poner a vuestra entera disposición facilitándoos todos los correos electrónicos compartidos (pedírnoslos si alguien los quiere leer). Y podríamos escribir a todos los lectores de Molinum y explicarles la verdad, pero no queremos cansarles con una discusión que no va a llevar a ninguna parte, porque la realidad es que ACEM (su directiva) ha respaldado el desatino y el abuso cometido por el director de la revista. Si así lo han querido, ellos lo tendrán que seguir soportando y sufriendo. Estamos seguros que pronto volverán a tener problemas.
Pues las dificultades para trabajar con Félix Pinto no se han iniciado con nosotros. Ahora sabemos que quienes trabajaron con él anteriormente ya las sufrieron. Nosotros nos confiamos en la amistad que entonces teníamos con él, para, cuando aceptó la dimisión de uno de los miembros del consejo de redacción (creado por él mismo y en el que una persona apenas duró unas semanas), continuar aportando nuestro tiempo y conocimientos a Molinum, pues nuestro único deseo era participar y sumar con y para la revista.
Y es que, aunque con engaños y mucha maldad, Félix en su última carta deja entrever la razón que realmente le llevó a enfrentarse con nosotros hasta el punto de tensar las relaciones de tal modo que hicieron imposible el buen funcionamiento del consejo de redacción. Su miedo era que pensaba que le íbamos a desplazar de la dirección de Molinum. Quizá vio que el éxito alcanzado podía restarle preponderancia y dominio absoluto sobre algo que cree totalmente suyo (Molinum) y que no lo es (o no debería ser de él, sino de ACEM y sus socios).
Y es que, aunque con engaños y mucha maldad, Félix en su última carta deja entrever la razón que realmente le llevó a enfrentarse con nosotros hasta el punto de tensar las relaciones de tal modo que hicieron imposible el buen funcionamiento del consejo de redacción. Su miedo era que pensaba que le íbamos a desplazar de la dirección de Molinum. Quizá vio que el éxito alcanzado podía restarle preponderancia y dominio absoluto sobre algo que cree totalmente suyo (Molinum) y que no lo es (o no debería ser de él, sino de ACEM y sus socios).
Pensó que dimitiríamos ante sus imposiciones y ante su inhumanidad al no permitir a uno de nosotros acudir con su familia ante una grave dificultad. No imaginó que nuestra profesionalidad imperaría por encima de su autoritarismo y desprecio.
Félix miente al decir que no se terminó en agosto el número 42 (fue él quien no quiso, impidió y finalmente lo prohibió). Es falso que se repitiesesn contenidos y es mentira que nosotros suprimiéramos algo por nuestra cuenta. Trata de achacarnos un aprovechamiento publicitario que él mismo ofreció a dos personas en agradecimiento a las horas de trabajo dedicadas a Molinum (nadie se lo pidió, nunca). E incluso busca manchar la profesionalidad de la diseñadora, calificándola como "esposa de", cuando fue él quien suplicó a Javier Revilla la colaboración de Susana Barbeito en las tareas de cambio de imagen y nueva maquetación de la revista (tras aceptar la dimisión de otra persona).
En definitiva, la carta que ha enviado el director de Molinum no justifica más que con mentiras nuestra expulsión, y verdaderamente de lo que trata es de atacar nuestro prestigio. Pero no lo va a conseguir. Nosotros somos una Arquitecta, un Historiador y una Diseñadora Gráfica con una profesionalidad demostrada, lograda a base de muchos trabajos e incluso con premios.
No hincaremos la rodilla ante quien, en él ámbito que nos ocupa, tiene casi todo por demostrar y sí una larga lista de personas que le han vuelto la espalda. Seguiremos, día a día, trabajando y afirmando nuestra profesionalidad de modo que, si allí no nos quieren, no nos faltan lugares donde desarrollar nuestra actividad y nuestro interés hacia el patrimonio.
Susana Barbeito Pérez- Diseñadora y maquetadora
Diana Sánchez Mustieles- Dr. arquitecto