Documental sobre los molinos, molinas, tahonas y molinos salineros de Lanzarote.
El pasado 2 de diciembre se presentó el documental, el cual recoge las características de estos edificios, su integración en el singular paisaje de Lanzarote, la importancia del gofio en la sociedad isleña y los testimonios de aquellas personas que los construyeron, trabajaron y vivieron sus vidas en torno a ellos.
Fruto del desarrollo de las entrevistas realizadas para la elaboración de un inventario patrimonial sobre los molinos, molinas, tahonas y molinos salineros y de un estudio sobre la vida que se desarrollaba en torno a la actividad de la producción del gofio en la isla de Lanzarote, surge el corto-documental “Si no hubiera viento”, realizado por el colectivo fotográfico y documental NadirImages.
El Cabildo de Lanzarote, a través del Servicio de Patrimonio Histórico que dirige la consejera Carmen Rosa Márquez, explica este jueves en un comunicado de prensa que encargó a finales del pasado año este inventario y estudio a la sociedad Prored, entidad que realiza trabajos de conservación y restauración del patrimonio arqueológico e histórico de Canarias, así como otros proyectos para archivos y bibliotecas.
El trabajo consistió en la localización y descripción del estado actual de estos hitos arquitectónicos, realizando un estudio bibliográfico paralelo y una serie de entrevistas a aquellas personas, naturales de Lanzarote, que habían trabajado en algunos de ellos o eran familiares de molineros y podían aportar información sobre su construcción, el oficio de molinero, la venta y producción de gofio y, también, sobre la vida que transcurría en torno a ellos.
Es de estas entrevistas que nace el corto-documental “Si no hubiera viento” que se estrenará este viernes, 2 de diciembre, a las 20:00 horas, en el Salón de Actos del Cabildo de Lanzarote.
En este cortometraje se reflejan no solo las características de estos edificios, su integración en el singular paisaje de Lanzarote y la importancia del gofio en la sociedad isleña, sino también los testimonios de aquellas personas que los construyeron, trabajaron y vivieron sus vidas en torno a ellos, conservando multitud de anécdotas y recuerdos que hacen de la figura del molino un elemento esencial en la isla de Lanzarote.
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