Artículo de Armando Medina para Diario de León
Lo que no avanza, retrocede. Parece que esta máxima la tienen clara en el Museo de la Industria Harinera de Castilla y León (Mihacale) de Gordoncillo. «Pretendemos poner en activo algunas de las máquinas que tenemos para que la gente que venga pueda ver cómo funcionaban. Será un atractivo más y servirá para hacer pedagogía tanto con escolares como con adultos. Ahora todo es estático. La idea es mostrar el movimiento y el sonido, algo fundamental para entender el proceso de la molienda», señala el alcalde de Gordoncillo, Urbano Seco.
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La iniciativa necesita una inversión de unos 25.000 euros. Para ello, el Ayuntamiento está pendiente de que salga adelante el Proyecto Europeo Cultural Transnacional Hereditas, que incluye a municipios de Portugal y España. Liderado por Braganza, de este lado de la frontera participan los ayuntamientos zamoranos de Benavente, Puebla de Sanabria y Hermisende. Gordoncillo ha conseguido entrar como provincia adyacente, según informó el regidor gordoncillés.
Si el proyecto, en el que tienen puestas muchas esperanzas, logra materializarse se podrá ver, incluso, todo el proceso de la molienda en miniatura gracias al Laboratorio Molinero que el Mihacale adquirió en Zamora hace unos cinco años y que hasta ahora no ha podido ponerse en valor por falta de recursos. Según explica el director del museo, Javier Revilla, los laboratorios molineros eran pequeñas fábricas en miniatura que las grandes fábricas de harinas tenían para hacer ensayos y comprobar la calidad del trigo y de la harina. «Permitirá ver todo el proceso, desde la llegada del trigo a la salida de la harina», señala el alcalde.
Desde el Mihacale no paran y poco a poco continúan ampliando sus fondos. Hace apenas unos días llegó la última adquisición. Una máquina trilladora comprada en un pueblo de Zamora en el límite con la raya de Portugal. «Está en unas condiciones muy buenas. Prácticamente casi sólo hace falta limpiarla», comenta Urbano Seco. Pero no se queda aquí su afán de ser el referente de la industria harinera de la comunidad autónoma. «Ahora estamos viendo algunas máquinas de una fábrica de Segovia que van a desmantelar. Seguramente que traeremos algunas, porque como dice nuestro nombre, queremos ser el Museo de la Industria Harinera de Castilla y León», asegura Revilla. Una especie de santuario que evite que mucha de esta maquinaria termine en la basura.
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Otro de los objetivos del Mihacale es que se renueve el convenio con las Diputaciones de León y Valladolid por el que escolares de ambas provincias realizan visitas al Museo Etnográfico de León (Mansilla de las Mulas), el Museo del Pan (Mayorga) y el Mihacale (Gordoncillo), que ya trajo el pasado año 2106 a 25 colegios hasta estas instalaciones. «Es fundamental que este convenio se mantenga, creemos que ha sido una experiencia muy positiva», afirma Revilla.
Tampoco parará en los próximos meses la actividad en la sala de exposiciones. Hace apenas unos días se cerró la muestra Ars Mechanicae, Ingeniería Medieval en España, que logró atraer a 3.121 visitantes. Para los meses de marzo y abril ya tienen prevista la exposición de pintura Encuentro en el Camino, de autores vallisoletanos.
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