Demolición del edificio de Harinas Colino: Pobre San Isidro Labrador
Cuentan los relatos hagiográficos que un tal Isidro, un labriego de orígenes muy humildes en el Madrid del siglo XII, solía acudir tarde al trabajo... por asistir a misa. Sin embargo, el joven cumplía con la faena diaria. O, dicho con exactitud, un ángel se encargaba de arar la tierra con los bueyes mientras Isidro rezaba a Dios. Esa misma escena es la que los zamoranos han disfrutado durante todo el siglo XX y hasta hace solo unas semanas en la fachada del antiguo edificio de Harinas Colino, la llamada Panera Social.
Se trataba de una pintura practicada sobre un paño de azulejos que se convirtió en uno de los emblemas, no solo del edificio, sino de toda la avenida de La Feria. Dicen los mismos relatos que el protagonista del singular mosaico fue exhumado cuadro décadas después de recibir sepultura, cuando su cuerpo apareció "con el mismo color" de una persona viva, es decir, incorrupto.
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Ese es quizá uno más de los milagros que se le atribuyen al santo. Otro va a necesitar después de que la empresa que ha llevado a cabo los trabajos de demolición del inmueble desistiera de conservar la carismática pintura y acabara con los azulejos a martillazos por "las dificultades" de recuperarlo. En principio, el dibujo era lo único que se salvaría de un edificio condenado a morir por no estar incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos.
Apenas unas cuantas fotografías son ahora testigo de la muerte de san Isidro Labrador, esta otra ya en el siglo XXI. No son pocos los zamoranos que se echan las manos a la cabeza por despedir uno más de los edificios emblemáticos, injustamente tratados frente a otros de mayor solera por el hecho de haber nacido en la modernidad. Es como si el Mercado de Abastos no tuviera su evidente valor por no haber sido erigido en el siglo XII.
Al parecer, la propietaria del solar se habría comprometido a fabricar una réplica de san Isidro orando, mientras los ángeles oxigenan la tierra de cultivo. De cumplirse, será como exhumar el "cadáver" del antiguo mosaico. ¿Guardará la nueva obra el aspecto de la original?
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Derribo de Harinas Colino: El desenlace de una muerte anunciada
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La propietaria de Harinas Colino destruye el antiguo mosaico de San Isidro.
La suerte no acompañó al mosaico de San Isidro Labrador que figuraba en la fachada ya derruida de la antigua fábrica de Harinas Colino también conocida como como la Panera Social.
El mosaico fue un emblema de la Avenida de la Feria y los zamoranos pudimos disfrutar de la pintura del Santo sobre un paño de azulejos durante todo el siglo XX.
El promotor que se comprometió con el Ayuntamiento a conservar el azulejado y incrustarlo en la fachada del nuevo edificio pero al parecer no ha sido posible.
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La empresa que llevaba acabó los trabajos de demolición, desistió en la conservación del mosaico y terminó siendo destruida en su totalidad a martillazos y solo quedan de la mítica pintura fotografías para el recuerdo
Por otro lado la propietaria del solar se habría comprometido a reproducir la obra y ponerla en la fachada para que los zamoranos no dejemos de ver esa pintura de San Isidro en posición de oración mientras un ángel le realizaba las labores de la agricultura.
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