Grietas en la sala de los Mosaicos de la Estación del Norte de Valencia.
Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural
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Una grieta atraviesa uno de los murales protegidos de la estación
Artículo de Paco Moreno para Las Provincias
Una larga grieta atraviesa uno de los murales de la Sala de los Mosaicos de la estación del Norte, una obra que cuenta con la máxima protección patrimonial de Bien de Interés Cultural, al igual que el centenario edificio diseñado por el arquitecto Demetrio Ribes. La asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio alertó ayer de esta degradación del mural, mientras que fuentes de la empresa estatal Adif indicaron que están controladas y se realiza un seguimiento.
Los murales son obra del pintor y ceramista malagueño Gregorio Muñoz Dueñas, que contó con la colaboración de Azulejos Antonio Bayarri Hermanos de Burjassot, indicaron fuentes de la entidad. Esta sala, antiguo café-restaurante de la estación del Norte, fue reabierta hace una década, en julio de 2008, tras más de 20 años cerrada.
La grieta está localizada al fondo de la sala, en la parte superior izquierda. Abarca al menos media docena de azulejos y la separación se ha producido sobre todo en la unión de las piezas. No obstante, se aprecia también cómo ha roto la cerámica en uno de los extremos.
Desde Adif añadieron que en el caso de que fuera necesario actuar por algún riesgo para los usuarios de la estación o los propios mosaicos, se intervendría de forma inmediata. Hasta que eso ocurra, la sociedad gestora de la estación y dependiente del Ministerio de Fomento trabaja en un plan director para acometer una rehabilitación integral de todo el edificio, al que se destinarían fondos del 1,5% cultural de los Ministerios de Fomento y Cultura.
César Guardeño, de Círculo por la Defensa del Patrimonio, comentó que «no es la primera vez que la Sala de los Mosaicos presenta este tipo de problemas, en otras ocasiones se han producido filtraciones de agua que provocaron grietas, faltantes en las juntas y abombamientos».
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Un colaborador de la asociación, Tono Giménez, fue quien dio la voz de alarma. «No sólo afecta a las juntas, sino que también parten por la mitad algunas de las piezas que deberán ser restauradas a la mayor brevedad posible», aseguró Guardeño. Además, dijo que a simple vista puede observarse «un problema de cohesión del mortero de cal, yeso o el que se usara en su día para pegar las piezas a la pared, tras la rehabilitación de la sala hace diez años».
Confió en que «Adif reaccione velozmente, reparando los daños y solucionando el problema que los está ocasionando, y no tengamos que lamentar la caída y rotura de parte de los paneles cerámicos de este edificio Bien de Interés Cultural, así como los daños personales que se puedan producir a los pasajeros y turistas que acuden a visitar una de las joyas patrimoniales del modernismo valenciano».
En la actualidad, la sala está dedicada en parte a un puesto de venta de artesanía y artículos de recuerdo relacionados con el propio edificio. El inmueble tiene la máxima protección desde 1985 y dentro de su rehabilitación se cambiará la majestuosa cubierta de la playa de vías y andenes, entre otros aspectos.
El conjunto es uno de los mejores ejemplos de arquitectura modernista en España. En 2014 se restauraron todos los elementos cerámicos de la fachada principal, aunque se dejó fuera la mayor parte del edificio, pendiente del citado plan director. Con la operación Parque Central, el recinto quedará para un uso comercial y con la posibilidad de equipamientos públicos, aunque esta fase depende de la construcción de la estación subterránea, para lo que no se han fijado fechas por la falta de acuerdo político.
Fuente de la noticia https://www.lasprovincias.es
La conservación de la Estación del Norte de Valencia, en entredicho
Artículo de Álex Serrano para Las Provincias
Ya con 101 años de edad, la Estación del Norte es uno de los edificios más conocidos de la ciudad. Por ella pasan cada día más de 40.000 personas al día entre viajeros y compradores. Cerca de 12 millones de pasajeros al añodiscurren por la estación, que se construyó entre 1907 y 1917 bajo el mando de Demetrio Ribes. Con más de un siglo de vida, el nodo ferroviario más importante de la ciudad es una joya del modernismo y uno de los monumentos más visitados de Valencia y está considerada Bien de Interés Local y, por tanto, protegida. Sin embargo, la verdad es que un vistazo concienzudo a la estación permite desvelar grietas en los mosaicos (como los que Círculo por la Defensa del Patrimonio denunció la pasada semana en LAS PROVINCIAS), desconchones o pintadas en las paredes y demás elementos ornamentales de la estación.
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Y esa lamentable situación se da pese a que la Estación del Norte está declarada Bien de Interés Cultural por parte del Ayuntamiento de Valencia. El mantenimiento lo ha de efectuar el Administrador de Estructuras Ferroviarias (Adif), que ya la pasada semana reconoció que está monitorizando la situación en la sala situada a la derecha de la entrada donde se conservan los mosaicos de Gregorio Muñoz Dueñas por si ha de intervenir. Se trata de un trencadís realizado con la colaboración de Azulejos Antonio Bayarri Hermanos de Burjassot. Esta sala, antiguo café-restaurante de la estación del Norte, fue reabierta hace una década, en julio de 2008, tras más de 20 años cerrada.
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Todo esto ocurre a la espera del plan director. En 2017 el Ministerio de Fomento adelantó dos millones para las primeras intervenciones, pero el documento sigue en redacción y cuyas conclusiones aún no se conocen. «Entre 2019 y 2022 estará en obras para recuperar su esplendor», indicó el entonces presidente de Adif, Juan Bravo.
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