La antigua estación que espera a Mayne: podrida, dañada y sin vigilar.
Artículo de Alejandro Martínez para La Voz de Galicia
La fachada de la antigua estación de tren de Urzaiz que el alcalde de Vigo quiere recuperar lleva 18 años desmontada y abandonada en una explanada del ADIF en Redondela. El conjunto se parece en la actualidad más a una escombrera que a un elemento patrimonial declarado bien de interés cultural. Las piedras de granito del país que conformaban la portada de la antigua estación se encuentran a la intemperie desde el año 2001. Están dispuestas en el suelo de un aparcamiento. El paso del tiempo ha hecho mella en ellas. La vegetación se ha ido abriendo paso entre los bloques y algunos se encuentran en mal estado. Hace años Adif reodenó este espacio y una máquina excavadora arrastró los materiales hasta su actual ubicación, por lo que podrían haber sido dañadas con esta operación, según cuenta un empleado de la estación. Lo que queda de la primitiva portada de la terminal viguesa se encuentra en una esquina donde Adif ha ido almacenando con el tiempo otros materiales como tubos de plástico y piezas cilíndricas sobrantes del nuevo trazado del ferrocarril. En esta esquina también se acumulan desperdicios que denotan una falta de cuidado del entorno.La empresa constructora que levantó la estación de Urzaiz colocó aquí la fachada desmontada como una solución provisional hasta decidir qué se hacía con un inmueble protegido que habría que conservar. Las piedras habían sido minuciosamente numeradas y se suponía que iban a estar un lugar seguro y a buen recaudo antes de volver a ponerlas en valor.
Impunidad
El espacio permanece desde entonces sin ningún tipo de vigilancia y hoy en día han desaparecido muchas piezas. Una señal en la entrada prohíbe el acceso a vehículos y peatones, salvo el personal autorizado. Los vecinos comentan que la puerta de entrada se encuentra siempre abierta y que por ahí pasa quien quiera. Cualquier persona puede coger piedras con total impunidad.
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El alcalde, Abel Caballero, es consciente de que hoy en día el frente de la terminal primitiva está incompleta, pero cree que los elementos que faltan podrán sustituirse por otros nuevos cuando llegue el momento de llevar a cabo la reconstrucción, según aseguró el lunes. La última palabra la tendrá el arquitecto Thom Mayne, que tras la visita que hizo a Vigo, se llevó para Estados Unidos el encargo de encajar la fachada de la antigua estación de tren en el entorno como un elemento testimonial del pasado de la ciudad. Los vecinos de este barrio de Redondela también quieren que el Concello de Vigo vuelva a poner en valor la fachada y se frene el expolio. «Aquí hay mucha pasta metida porque se trata de una piedra de mucha calidad», comentaba un cliente de la cafetería de la estación.
Caballero plantea a Thom Mayne una pasarela a Vía Norte y otra a la terminal desde el ascensor
El arquitecto autor del diseño del futuro centro Vialia aceptó en su visita del lunes a Vigo los dos retos que le planteó el alcalde: la construcción de un ascensor para acceder desde García Barbón y la recuperación de la fachada de la antigua estación. El alcalde, Abel Caballero, le propuso que el elevador llegue hasta la calle Vía Norte para que preste un servicio público cuando no esté abierta la estación.
El premio Pritzker estudiará la creación de una pasarela curva hacia la estación y otra hacia dicha calle. Este cambio obligará a rediseñar la estructura en los puntos donde se asentará la pasarela. Se trata de una decisión que adoptarse a lo largo de este mes, según informó ayer el alcalde. Abel Caballero declaró además de que a Maine le pareció una «excelente idea» su propuesta para recuperar la fachada de la antigua estación de tren.
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