Artículo dentro de la revista Ciudad, territorio y paisaje: Reflexiones para un debate multidisciplinar.
Autora: Maria Isabel Alba Dorado (Doctora arquitecta)
Año: 2010
RESUMEN
En la actualidad nos enfrentamos a la tarea de integrar aquellos paisajes generados por la decadencia industrial en el paisaje contemporáneo. Una labor, ésta, que debe hacer suya la idea de vincular paisaje, memoria e industria en un ámbito de estudio en el que el paisaje industrial se revela como un nuevo territorio para la investigación. Esto hace necesario un estudio del paisaje industrial que vaya más allá de las concepciones perceptivas, que retorne a estos lugares a través de una mirada capaz de apreciar la huella de lo industrial pero, también, de advertir en estos paisajes otras realidades latentes pero próximas que participan de esa belleza inerte que existe bajo su aparente estado de ruina y que hace referencia a una naturaleza diferente de estos territorios que se esconde detrás de su estética y su escala espacial y temporal.
Esto plantea la necesidad de abrirse camino hacia un entendimiento, una interpretación y una proposición del término paisaje en una dirección todavía por explorar y que esconde un enorme potencial como ya apuntó aquella nueva mirada hacia el paisaje y al territorio que desvelaron muchos de los pioneros del land art, los cuales nunca permanecieron al margen del hecho industrial estableciendo una relación mucho más importante de lo que habitualmente se conoce entre naturaleza, arte, paisaje e industria.
Así pues, analizar la obra de distintos artistas constituirá, en el desarrollo de esta comunicación, una oportunidad para aprender de su manera de acercarse al territorio y al paisaje, para reflexionar y reinterpretar la naturaleza de los paisajes industriales a partir de un re-posicionamiento en la manera de mirar con el objetivo de potenciar el valor cultural que estos paisajes de la memoria industrial poseen.
El paisaje significa, representa y constituye una invención, una construcción mental elaborada por alguien que lo percibe y lo interpreta a partir de la experiencia de los sentidos. Quizá por ello, un paisaje no tendría identidad fuera de la percepción, no existiría un paisaje si no hubiera una mirada que se fijara en él, que lo contemplase. «El paisaje es un lugar, pero un lugar aislado por la mirada; un sitio, pero un sitio contemplado; un espacio, pero un espacio encuadrado…» (LENCLUD, 1995).
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