El pasado 3 de marzo os puse la noticia "la propietaria de Averly denuncia ante el juzgado allanamientos de la construcción Brial" y hoy me despierto con esta nueva noticia sobre el mismo tema. El caso de Averly cada vez se está poniendo más complicado, no solo es que se quiera derribar parte importante del conjunto, sino que la antigua propietaria, Carmen Hauke, ha denunciado el allanamiento de su casa, incluida dentro del conjunto. Y asegura que se han llevado documentación antigua de Averly, esto es un delito grave, pues se trata de material protegido.
Por lo menos se ha paralizado durante dos meses la orden de derribo contra parte de Averly, pero se pide a Apudepa el pago de 1 millón de euros como garantía, por lo tanto si no se hace algo en breve tiempo se derribará.
A continuación os transcribo la noticia
La expropietaria de la histórica factoría Averly, Carmen Hauke, ha denunciado ante el Juzgado de Guardia de Zaragoza el “allanamiento de su casa” por tercera vez. El texto, al que ha tenido acceso ARAGÓN PRESS, asegura que con esta nueva intrusión se han llevado documentación antigua de Averly, que databa de 1863, y que, además, era material protegido según dictamina un auto de 14 de febrero de 2014 del TSJA.
En su denuncia, Hauke ha detallado que, tras oír ruidos y golpes, un grupo de operarios de Brial comenzaron a subir cajas vacías de cartón con la “evidente intención” de ser llenadas con material protegido ya que, es lo único que había en la buhardilla que pudiera caber en dichas cajas, según detalla en la denuncia.
El auto del TSJA incide en la paralización del traslado de los bienes que se encuentran en el complejo industrial e impide el movimiento de cualquier elemento mueble de Averly.
Ante la presencia de los operarios de Brial, Hauke "se alarmó" y "pidió auxilio" a la Policía Local. La residente explica en la denuncia que Brial aseguró ante los agentes que los operarios eran de la DGA y que lo hacían para poner a salvo los libros que se encontraban en el último piso de la casa, "pues un agujero que había en el tejado podía hacer que se mojaran".
La propietaria ha asegurado que los documentos se encontraban en un lugar seguro en el que no había agujeros en la cubierta. Asimismo, confirma que estaban protegidos con plástico impermeable.
No obstante, en las dos denuncias anteriores, la propietaria de Averly aseguró que había contratado a un equipo para repasar el tejado, tras considerar que era su obligación contraída con Briceño con la firma del contrato. Sin embargo, cuando los andamios estaban preparados y la herramienta para empezar “me cerraron el acceso”.
Al parecer, según ha relatado Hauke, el sábado, 1 de marzo, estas personas entraron por la puerta principal con unas llaves nuevas, ya que, en su primera entrada, forzaron la cerradura y cambiaron el sistema de cierre. Además, ha asegurado que la dejaron encerrada poniendo un candado exterior para que no pudiera salir de su casa, al igual que colocaron otro candado que cierra el acceso a la única escalera que comunica las tres plantas de la vivienda.
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Tras este cierre, Hauke asegura que esta escalera no tiene acceso a las acometidas eléctricas y servicios de la vivienda, como las llaves de agua y los automáticos de la luz.
Hauke tacha de “abuso de posición dominante” esta nueva intrusión por parte de la constructora que tiene “la evidente intención de incomodarme para que marche de allí”, ha matizado.
Licencia de derribo suspendida
El pasado 20 de febrero, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza suspendió la licencia de derribo de Averly, así como la tramitación del plan especial, que contempla la construcción, por parte de la empresa Brial, de 200 viviendas. Un paso adoptado como consecuencia del auto del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que acordó la suspensión temporal de las obras, a petición de la Apudepa. Según este auto, no se puede realizar ningún tipo de trabajos que modifique el estado del inmueble.
El plan especial contempla la construcción de 200 viviendas en los más de 8.800 metros cuadrados del solar donde se ubica la antigua fundición. Apudepa recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón la delimitación realizada por el Gobierno de Aragón de las zonas protegidas, ya que considera que no hay razones “científicas, técnicas, culturales o patrimoniales” que apoyen esta catalogación ni la delimitación propuesta.
La DGA declaró Bien Catalogado sólo algunas partes de la antigua fundición Averly, que suponen el 32% de la fábrica. Preservará principalmente la portada principal en el paseo de María Agustín, 59, el edificio de la vivienda del propietario y su jardín, las oficinas y el taller de ajustes, pero quedan fuera de la protección los talleres de fundición y carpintería, almacenes y cobertizos.
Para evitar la demolición de Averly, Apudepa tiene dos meses para depositar un millón de euros como garantía para hacer efectivas las medidas cautelares que reclamaron en el TSJA.