Artículo de Zamora 24 horas.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha restaurado el molino de tejado de cuelmo de 'Lama Redonda' en la localidad zamorana de San Miguel de Lomba de forma tradicional conservando los elementos, a la vez que se han aplicado técnicas nuevas de conservación. Este molino sufría un deterioro muy importante a finales de los años 90 que hacía temer por su estabilidad. En 2002, la Junta de Castilla y León abordó la rehabilitación del mismo, dentro del Plan de Restauración de Elementos Arquitectónicos Tradicionales del Parque Natural del Lago de Sanabria y sierras Segundera y de Porto.
Durante los últimos años el Parque Natural del Lago de Sanabria ha restaurado un gran número de elementos de la arquitectura tradicional sanabresa como molinos, hornos de pan, fuentes, puentes, pasarelas, palomares, chozos, refugios ganaderos o colmenares defendidos contra el oso. Estos elementos se han convertido en los últimos años en una atracción para los cientos de miles de visitantes que vienen cada año a conocer el Parque Natural y la comarca de Sanabria, estando recogidos en su mayoría en una publicación de la serie divulgativa editada por la Junta de Castilla y León y titulada: 'Recuperación de construcciones tradicionales e interpretación del patrimonio en el Parque Natural del Lago de Sanabria y sierras Segundera y de Porto'.
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La cuadrilla de mantenimiento del Parque Natural del Lago de Sanabria durante los meses de agosto y septiembre de 2019, llevó a cabo una serie de actuaciones para poder acometer su restauración. En primer lugar, hubo que buscar la materia prima para volver a realizar el tejado con paja de centeno. Este cereal se pudo conseguir en la cercana localidad de San Román de Sanabria. Las labores relativas al centeno fueron las mismas que se realizaron a lo largo del tiempo, pero empleando herramientas y maquinaria más moderna.
Dichos trabajos consistieron en la siega y recogida del cereal de centeno en manojos y gavillas para su transporte al recinto de la Casa del Parque Natural. Allí se procedió a la separación del grano de la paja para volver a conformar manojos que fueron los empleados con posterioridad para cubrir el molino. En todas estas labores participaron los agentes medioambientales del Parque Natural.
Previamente, se eliminó la gran mayoría de la antigua techumbre de paja, la cual estaba deteriorada por la humedad, y se sustituyeron algunos elementos de madera, así como las varas de roble que fueron cambiadas por rastreles de madera tratada para conseguir una mayor durabilidad.
Una vez realizados estos procesos se llevó a cabo la adecuación de la totalidad del edificio con una primera capa de cuelmo atada a las varas y rastreles. Para conseguir una mayor durabilidad de la construcción, se extendió una lámina de caucho vulcanizado con el objetivo de conseguir un alto grado de estanqueidad y así evitar el paso del agua a través de la construcción.
Tras ello se volvieron a instalar rastreles de madera tratada sobre esta lámina de caucho para incorporar una segunda capa de cuelmo en la parte superior, de modo que el caucho vulcanizado quedara entre los dos niveles de cereal y que solo se observara la construcción realizada con la paja de centeno.
En el interior del edificio se aplicó un tratamiento preventivo curativo a toda la madera, para evitar el ataque de xilófagos. Asimismo, se rejuntaron las paredes con barro, conformado con una mezcla de arcilla, arena, paja y agua. Por último, en la parte exterior del molino se reparó el canal de entrada de agua al edificio mediante piedra y mortero de cemento para garantizar una mayor durabilidad, conservando una parte del canal de roble instalado durante la anterior restauración.
Fuente de la noticia https://www.zamora24horas.com