En el presente mes de abril, está prevista la aprobación definitiva de la propuesta de subvenciones a partir de la cual el Cabildo de Fuerteventura acometerá la restauración de 46 molinos aeromotores repartidos por toda la geografía insular. Estas estructuras de diseño americano fueron fundamentales para extraer el agua del subsuelo en la agricultura insular del siglo pasado, lo que supuso un recurso de sustento para la población majorera.
Una vez finalizado el plazo de subsanación de documentación, se ha propuesto conceder estas ayudas por valor de entre 800 y 4.500 euros, dependiendo de cada caso, a los solicitantes que obtuvieron las mayores puntuaciones según las bases de la convocatoria, hasta completar así la consignación presupuestaria establecida en 127.126 euros para la presente anualidad. Estas ayudas en especie permitirán ejecutar las obras de restauración, conservación y puesta en funcionamiento de los molinos.
El consejero del área de Innovación, Economía y Hacienda del Cabildo, Manuel Miranda, explicó que "tras su aprobación en la Comisión Informativa de Industria, la propuesta se elevará al Consejo de Gobierno Insular a finales de mes. Con la lista definitiva de beneficiarios de las ayudas se elaborará un proyecto técnico que recogerá las obras a acometer, y se iniciará el correspondiente procedimiento de licitación para su ejecución. Estamos satisfechos con el resultado de esta iniciativa, que permitirá recuperar para el paisaje majorero estos elementos que en su día fueron tan significativos para la agricultura insular, y por supuesto también, poder volver a verlos a pleno rendimiento".
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La Unidad de Industria del Cabildo ha completado el procedimiento de estas subvenciones después de tramitar las 117 propuestas registradas. 90 de ellas fueron estimadas al cumplir con los requisitos establecidos, y finalmente 46 fueron concedidas por orden de puntuación, atendiendo a los criterios de unas bases reguladoras que evaluaron factores como el estado de conservación de cada molino, su vinculación al uso agrícola, o el presupuesto necesario para su restauración, entre otros.
El hecho de enmarcar estas subvenciones dentro de un plan estratégico específico de duración trianual, implica que aquellos solicitantes que no resultaran beneficiarios en esta primera edición podrán concurrir a próximas convocatorias. Para ello, en la siguiente convocatoria únicamente será necesario presentar el modelo de solicitud correspondiente, pues el Cabildo conserva la documentación aportada hasta el momento.
Cabe recordar que según establecen las bases, los beneficiarios de las ayudas se comprometen a ofrecer su colaboración durante las obras de restauración y a conservar las piezas de los molinos en la ubicación comunicada al Cabildo Insular, así como a asegurar el mantenimiento operativo de los molinos o aeromotores durante los cinco años posteriores a de su puesta en funcionamiento.
El Cabildo de Fuerteventura ha desarrollado este 'Plan estratégico de Subvenciones para la Recuperación de los Molinos o Aeromotores de la isla de Fuerteventura' con el objetivo dar continuidad, de manera sistematizada y reglada, a una línea de trabajo que ya venía funcionando durante los últimos años, y ofrecer mayores facilidades para hacer posible la recuperación de estos elementos característicos del paisaje y el patrimonio majorero, que fueron fundamentales para el desarrollo de la agricultura en la Isla antes de la aparición de los sistemas mecánicos de extracción de agua.
Los molinos o aeromotores son reconocidos en Fuerteventura por sus fabricantes de origen americano, como puede ser el caso del popular nombre de molino de "Chicago", o el mismo Aermotor, entre otras marcas como Clímax, Samson, Estrella y Dempster, como también reciben también de manera genérica el de molinos del país.
En Fuerteventura se han contabilizado 184 molinos aeromotores, la mayoría de ellos ubicados en Tuineje (81), Betancuria (38) y Antigua (28). Su extensión en la isla a mediados del siglo XX permitió poner en servicio pozos de agua para su aprovechamiento agrícola –en toda la Isla se estima que existen unos 2.000 de ellos-, utilizando para ello un diseño importado desde los Estados Unidos.
Su aplicación fue muy importante para extender el cultivo del tomate, la alfalfa, el millo y diversas hortalizas, y supuso un avance esencial para el aprovechamiento de los recursos hídricos en una Isla caracterizada por su aridez y la escasez de lluvias.
En las últimas décadas, a raíz del progresivo abandono de las tareas del campo y especialmente a causa de la introducción de nuevas bombas diésel y eléctricas, el uso de estos molinos fue siendo cada vez menos frecuente, quedando paulatinamente fuera de servicio y sufriendo deterioro.
El Cabildo de Fuerteventura, considerando su importancia como elementos de la ingeniería hidráulica insular, así como su valor representativo del paisaje y del patrimonio cultural majorero, emprendió el presente Plan Estratégico para favorecer su recuperación y conservación.