Ayer os hablaba del estado en el que se encuentra la Harinera de Monegros, tras publicarlo me informaban de una buena noticia, que el pasado mes se publicaba resolución de incoación de expediente.
RESOLUCIÓN de 29 de febrero de 2016, de la Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, se inició el procedimiento para la declaración de la Harinera de Monegros, Sariñena (Huesca), como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés.
ANEXO 1. Descripción de la Harinera de Monegros de Sariñena
La fábrica de harinas objeto de catalogación es el elemento principal del denominado barrio de la Estación de Sariñena. Construida a finales de los años 40 del siglo XX, el conjunto industrial de la Harinera de Monegros reúne una serie de elementos indisociables: arquitectura, maquinaria y archivo de empresa, que se conservan pese a que Harinera de Monegros S.A. cesó su actividad productiva en 2012.
El proceso de producción de la harina implica una serie de operaciones (limpia, molturado, cribado, empacado y almacenamiento), cada una de las cuales se realiza en un espacio determinado de la harinera, siguiendo un circuito que condiciona la estructura del edificio. En este caso, la Harinera de Monegros pertenece a la tipología arquitectónica de fábrica de pisos, en la que se instala el denominado sistema austrohúngaro de molienda de harina. El proceso sigue un recorrido en sentido vertical, de un piso a otro, elevando los productos mediante un sistema mecánico y jugando con la fuerza de la gravedad. De este modo, es el edificio el que se configura y organiza en torno a la maquinaria y no al revés. La distribución en este caso es la siguiente:
Planta sótano. Turbina.
Planta baja. Zona de limpia, moldurado, empacado y almacén.
Planta primera. Zona de limpia.
Planta segunda. Zona de cernido.
Este sistema austrohúngaro se perfecciona a mediados del siglo XIX y supone la culminación del proceso de la mecanización de la industria harinera. Gracias a él se consigue un mayor rendimiento y la obtención de diferentes calidades de harina y de otros subproductos, por lo que se extendería rápidamente por toda Europa.
En este sentido, la Harinera de Monegros conserva la maquinaria original, que en su mayor parte pertenece a la casa suiza Bühler (sistema de cilindros Bühler). Esta casa, a través de sus delegaciones en Madrid y Barcelona, fue la principal instaladora en nuestro país de maquinaria con sistema austrohúngaro en las fábricas harineras, junto a la casa Daverio. A la maquinaria Bühler inicial, en la Harinera de Monegros se fueron añadiendo con el tiempo elementos de otras casas comerciales: Daverio, Morrós, Pané, Narciso Archanco, etc. El Archivo de la Harinera de los Monegros, como todos los archivos de empresa, resulta ser de interés tanto desde el punto de vista industrial, como económico, social y tecnológico. Refleja la historia de la empresa a lo largo de su vida productiva y por tanto su consulta ayudará a conocer mejor el proceso de industrialización de la zona tras la contienda civil y por ende de Aragón y resto de España. Finalmente, la Harinera de Monegros es un valioso testimonio del modelo económico autárquico de la posguerra española, caracterizado por el intervencionismo y el control de la producción y transformación del trigo por parte del régimen franquista. En este periodo proliferaron las grandes sociedades de inversión harineras, que construyeron fábricas como la de Sariñena, que hacían posible una elevada producción. Por todo ello, esta fábrica ilustra un capítulo significativo de la historia económica local y posee para la población de Sariñena un importante valor económico y social, ya que supuso un fuerte impulso para su desarrollo, y, a través de la experiencia laboral de varias generaciones, forma parte de la memoria histórica colectiva.
ANEXO II. Bienes inmuebles que forman parte del Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés "Harinera de Monegros"
La delimitación del bien catalogado es coincidente con el contorno de la edificación principal y con los límites del espacio libre situado al frente de la fachada principal.
No se incluye en esta protección el resto de edificaciones secundarias y espacios auxiliares que completan el conjunto de la harinera.
La edificación integrante del bien protegido corresponde a una construcción de finales de la década de los 40, enmarcado en la arquitectura racionalista de posguerra y que incorpora elementos decorativos de tradición racionalista. Su configuración responde a la tipología de fábrica de pisos, condicionada por el proceso de fabricación.
El edificio, con forma de "L", esta compuesto por dos volúmenes de diferentes alturas. El primero alberga la maquinaria de trasformación, se desarrolla en tres plantas y sótano y sus fachadas principales dan frente a la calle y a las vías del ferrocarril. El segundo, de dos plantas, situado perpendicularmente en el extremo este del anterior, se destina al ensacado y almacenamiento de producto terminado. Dos despachos, un pequeño archivo y un aseo completan los espacios en planta baja del segundo volumen. El espacio exterior, conformado por la edificación y con frente al vial, sirve de acceso al edificio y a la zona de carga de producto terminado.
Los espacios destinados a albergar la maquinaria se disponen asimétricamente a ambos lados de un torreón en el que se ubica el acceso principal al edificio y la escalera de comunicación a las diferentes plantas. El volumen, ligeramente adelantado respecto al plano de fachada de las naves laterales, consta de tres cuerpos. El primero coincide con la primera planta del resto del edificio y se decora con bandas almohadilladas sobre un zócalo en el que se abren los vanos del sótano. El segundo cuerpo recorre las dos plantas superiores y presenta en su frente principal un gran hueco alargado acristalado con marco cuádruple en derrame. Superado el alero de los volúmenes anexos, la torre presenta esquinas achaflanadas sobre las que se disponen pináculos rematando la coronación. El conjunto se resuelve al exterior con enfoscado de cemento. El último cuerpo, de planta octogonal, esta construido con ladrillo cara vista. Sobre sus cuatro caras principales se abren huecos romboidales que dan luz y ventilación al espacio donde se ubican los depósitos de agua. La cubierta a ocho aguas se remata con veleta y pararrayos.
Las fachadas a ambos lados del núcleo de comunicación mantienen el lenguaje y materiales del torreón. La fachada principal, en su planta tercera, se singulariza con el empleo de ladrillo cara vista entre huecos.
Fuente texto e información. Boletín Oficial de Aragón