Urbanismo. El Ayuntamiento de Altea firma un convenio con los propietarios del conocido como «Molí dels Moros» para su cesión durante 15 años. El objetivo es rehabilitar esta construcción medieval y que pueda ser visitada.
El agua parece que vuelve a fluir por el «Molí dels Moros». El Ayuntamiento de Altea ha firmado un convenio de colaboración con los propietarios de esta histórica infraestructura hidráulica. Se trata de un acuerdo de cesión por un periodo de 15 años cuyo objetivo es su rehabilitación y la apertura al público para que pueda ser visitado por los vecinos y turistas. La edil de Urbanismo, Carolina Punset, ha apuntado que es «la primera vez que se firma un convenio con particulares para rehabilitar el patrimonio artístico alteano».
Este antiguo molino pertenece a la época medieval y está situado en el margen del río Algar. En la actualidad se encuentra con zonas apuntaladas por el riesgo a que pueda sufrir derrumbes. El «Molí dels Moros» es uno de los cinco molinos que existen en Altea, «de los cuales quizá éste sea el de mayor valor, puesto que es único de la Comunidad Valenciana por el mantenimiento de su bóveda», explica la edil de Urbanismo, Carolina Punset.
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En este sentido, la concejal ha hecho hincapié en que quieren iniciar las actuaciones pertinentes para conseguir una ruta de los molinos, que permita conocer su importancia histórica, arqueológica y patrimonial para la localidad.
La edil afirmó que con esta medida siguen con las acciones para la rehabilitación del patrimonio histórico, que ha conllevado una batería de medidas entre las que destacó dos: inventariar y proteger dicho patrimonio a través del Catálogo de Bienes Patrimoniales de Altea; y la inversión de recursos públicos con el fin de rehabilitar el patrimonio «para que se convierta en un valor añadido y un atractivo turístico para la ciudad», dijo Punset.
Asimismo, recordó que una de las obras más importantes que ha emprendido ha sido la rehabilitación del Portal Nou, en el conjunto histórico artístico del casco antiguo de Altea.
Por último, remarcó la importancia que tiene el patrimonio arquitectónico puesto que la mayor fuente de ingresos proviene del turismo, y porque el «deber del conjunto de la ciudadanía es legarlo a las generaciones futuras, en las mejores condiciones posibles y evitar su desaparición».